Arden las puntas de mis dedos
Porque no estás donde acaban
Y se terminan perdiendo en el cielo
Mientras buscan y no te hallan
Arden mis ojos ya secos
De tanta mirada empañada
De tanto vacío que encuentran
Donde ayer tu reflejo brillaba
¿Y qué hago con estas caricias?
¿A quién regalo mis palabras?
¿A quién le doy estas sonrisas
que me desbordan el alma?
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